Como Esquerra ahora se pone a hacer campaña independentista en castellano, no vamos a ser menos, y voy a hacer yo también apología secesionista en la lengua de Cervantes (con permiso de la gente de Histocat).
En concreto, aprovecho que el militante del PSC Joan Ramon ha escrito un interesante analisis dirigido al público españolista (disponible también en catalán), advirtiéndolo de los avances soberanistas que se están produciendo en Cataluña. Si bien de un tono mucho más moderado que las diatribas de los exaltados pagados por la iglesia católica española, incurre en algunos de los tópicos a los cuales estamos ya muy acostumbrados los catalanistas, como por ejemplo la cantinela del folklore carrinclón y la chiruca...
Igualmente, a lo largo del texto se pretende hacer émfasi en el eje izquierda/derecha; y expuesto de una forma simplista, no deja de ser curioso en un partido que no quiere que se mueva nada pase lo que pase, y por lo tanto, inmovilista... Y eso ya para no hablar de cómo ha contribuido hasta ahora, como mínimo de forma comparable a su rival político tradicional en Cataluña, en diferentes procesos de privatización, favoritismos a monopolios, destrucción del territorio y un largo etcétera que, si continuara, no acabaría en toda la mañana.
De la misma manera, como lo hace la diplomacia española en el extranjero y los medios unionistas a lo largo de la geografía ibérica, se recurre con gran celeridad al argumento que el independentismo catalán está plagado de fachas o con otros epítetos similares. Claro, que haberlos haylos -como las meigas- y por desgracia, todo se pega menos la hermosura. No obstante, la triste realidad es que las recurrentes agresiones a las personas por fascistas son a la vez de signo español y, hoy por hoy, no tengo constancia de hace mucho tiempo de ninguna de índole catalana; si así fuera, constantemente se escucharía el retumbar de los titulares de la prensa cañí, que no se oyen en los primeros casos: los que sí pasan.
Por lo que hace la formación ideológica, creo que a base de palos uno se va dando cuenta que hay quienes tienen las ideas bien claras, y lo que es peor, que las aplican efectivamente de hace ya demasiado tiempo.

Reproduzco aquí un pequeño fragmento del final donde se refiere al papel central de Internet en el independentismo, como me refería ayer mismo también en otro artículo.

Una tercera causa de este avivamiento es internet. Si en los ochenta los movimientos scout/esplaietes son el ambiente ideal para la transmisión del mensaje independentista y el Rock Catalán su música, hoy internet, la web 2.0 y, sobre todo, los blogs, son el gran canal de difusión, amplificación y comunicación de los movimientos minoritarios en todo el mundo, y del independentismo en Catalunya. La instigación, además, del retorno a una transversalidad nacionalista, puesta de manifiesto, por ejemplo, en la Xarxa de Blocs Sobiranistes, con blogs afines a CDC y a ERC (mayoritariamente) integrándolo, dice mucho del resultado que se busca realmente: El retorno al debate Catalunya-España.

Pero en este fenómeno, perfectamente asumible en democracia (si alguna vez los independentistas son mayoría en Catalunya, los que no lo somos lo aceptaremos sin demasiados problemas, creo) tiene un inconveniente, para mí escalofriante: Se alimenta, en buena parte (sus masas), de gente sin demasiada formación ideológica, con una alta carga de visceralidad y de maniqueísmo (aquello de botibotiboti ...). Sólo hace falta dar un paseo por la red para encontrar en muy poco tiempo mensajes que rallan la xenofobia. Yo no acuso a NINGÚN dirigente de NINGÚN partido de mantener estas visiones intolerantes. Es más, sé que las combaten. Pero no podemos negar la realidad. El independentismo catalán, como todo movimiento radical (de raíz, no de extremo) tiende a incluir en sus filas a aquellos extremistas que confunden radicalidad con extremismo. ¡Estemos alerta!